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Inactivando al carbón activado ¿cuánto hay de ciencia, moda y mercadotecnia?

Hace algunos años sólo especialistas en filtros de purificación de agua o aire, químicos de la industria metalúrgica, doctores en hospitales, e ingenieros descafeinando café y colando vinos sabían qué era el carbón activado.


Hoy, muchos siguen sin saber qué es, pero ahora con ir a una heladería, tienda wellness o farmacia puedes encontrar novedosos productos color negro como helados, jugos, pizzas, pasteles, lattes, cremas, mascarillas, jabones y hasta pastas dentales.


Incluso, el carbón activado tiene varios hashtags. Una búsqueda rápida en Instagram de #activatedcharcoal arroja más de 280,000 publicaciones con múltiples productos, alternativas, influencers e ideas creativas relacionadas con el carbón activado.


Pero antes de sucumbir en esta tendencia mundial quizás debemos preguntarnos qué es el carbón activado; entender por qué esta creciendo su popularidad; discutir qué tan sano es y decidir si debemos obedecer ciegamente a los genios de la mercadotecnia.


Primero debemos aclarar que el carbón que conoces y el carbón activado son dos cosas distintas. El carbón convencional proviene de la quema de materiales orgánicos como madera o de su extracción de minas de carbón; mientras que el carbón activado es este mismo carbón que se procesa con sustancias químicas o vapores a altísimas temperaturas que logran “escarbarlo”, generando pequeños orificios en su exterior. Así, el carbón activado consigue tener una mayor superficie (900-2000 m2 por gramo) que el carbón natural (400-800 m2 por gramo).


“El carbón activado es una forma de carbón muy porosa”, explica el químico Ivan Tubert, “a nivel microscópico funciona como una especie de esponja que puede adsorber (o sea adherir a su superficie; no absorber) diversos tipos de moléculas.” Es por esta singular propiedad que ha encontrado tantos usos como “purificador” y “limpiador” de partículas.

La capacidad de purificación se aprovecha en los filtros de agua o aire donde el carbón activado va eliminando los olores y contaminantes del ambiente. De la misma forma, cuando un paciente muestra síntomas de envenenamiento o sobredosis muchas veces los doctores en las salas de emergencia optan por darle carbón activado para que éste adsorba las sustancias tóxicas antes de que el cuerpo las absorba.


Para efecto de los párrafos siguientes es importante aclarar que el cuerpo no absorbe el carbón activado por lo que su función se limita al tracto gastrointestinal: boca, esófago, estómago e intestinos.


Como habrás adivinado, la característica “detoxificadora” del carbón activado hizo que la industria del wellness decidiera promoverlo.


Sin embargo no existe ningún estudio científico que concluya que el carbón activado ayude a bajar de peso, tenga efectos anti-envejecimiento o disminuya el colesterol. Más aún, el carbón activado solamente adsorbe partículas que hayan sido consumidas una hora antes de su ingestión, así que realmente no tiene efecto ni con lo que hayamos comido mucho tiempo atrás ni previene intoxicaciones a futuro. Incluso, habría que tener cuidado al consumir este polvo negro ya que a su paso adsorbe además de toxinas algunos micronutrientes que pueden ser esenciales.


Debemos tomar en cuenta que la Agencia americana responsable de la regulación de alimentos y medicamentos (FDA) no ha regulado este polvo negro por lo que en 2018 la ciudad de Nueva York decepcionó a los foodies prohibiendo la venta de bebidas y alimentos adicionados con carbón activado.


Por otro lado, su poder “limpiador” ha llamado la atención de la industria cosmética que recientemente ha apostado en jabones, cremas y pastas dentales.


Al parecer, el carbón activado efectivamente quita algunas manchas superficiales de los dientes sin embargo al no actuar por debajo del esmalte no logra blanquear los dientes. Las malas noticias son que al ser abrasivo, el carbón activado puede desgastar el esmalte natural y hacer los dientes más sensibles. En 2017 una publicación de la Asociación Americana de Dentistas reportó que a pesar de existir una enorme variedad de pastas dentales con carbón activado no existía hasta el momento ninguna evidencia científica de sus beneficios; por lo contrario, menciona tres estudios donde se muestra un incremento en caries y abrasiones con el uso de dichos productos.


Sin duda, usar una mascarilla color negro puede resultar bastante divertido especialmente en la época de Halloween. En ella, los gránulos de carbón activado tienen un efecto exfoliador por su característica rocosa, no por su propiedad de adsorción. Así que una crema hecha a base de arenas comunes, a pesar de no ser tan llamativa para las selfies, tendría probablemente el mismo efecto en la piel.


Por todo lo anterior, sugiero tomarse un jugo con carbón activado después de ingerir algún veneno (bajo la advertencia de que también eliminarás del cuerpo minerales y vitaminas que seguramente si requieras); evitar el abuso de pastas negruzcas; aprovechar con amigos esta moda para ocasionalmente disfrutar de helados y hacer concursos de lenguas pintadas; y de vez en cuando aplicarse alguna mascarilla exfoliante que también puede ser de carbón activado.

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